viernes, 4 de noviembre de 2016

|||...Sin sentido...|||

Me es irreconocible el tacto de una mano en mi lánguido cuerpo, no se si me duele o algo me provoca, no se si me mata o me repugna, no se si me gusta o me destroza.

Me es irreconocible reflejarme en aquellas pupilas que me miran, no se si reflejan una mentira, un anhelo o un desencantado cuerpo, no se si me miran y reconocen que no soy más que eso, no se si me sostienen para desquiciarnos como dos perros en llanto, no se si me admiran como monumento a la derrota, no se si me timan........pues ya no les queda de otra. 

Me es irreconocible el sabor de un beso aletargado, no recuerdo si me saben a una resaca fétida de tabaco, a una rumba loca de alcohol y otros desencantos, no se si reconocen la amargura de mis ojos, la insaciabilidad de mis deseos y la pérdida de mi memoria tras una ausencia sostenida. 
No se si me besas para encontrarte/me, para cubrir alguna ausencia tras el compartir etéreo de saliva viscosa, no se si existe en ellos algún toque de sinceridad y sobre todo si nos besamos en nombre de eros el trastornado, que siembra un amor insensato, del que no entiende de razones, pero que se guía quizá.. por coloridos calzones.

Me es irreconocible el sonido de tus palabras, el aullido de tus caricias ahogadas, de unos besos empachados de ansia, de unas largas platicas que nos llevan hacia la nada, de abrazos desperdiciados, de amanecernos enmarañados, de extrañarnos en vano, de jugar caminando para no encontrar un buen trato.

Me es irreconocible el poder mirarte, no se si me duele o me destroza, no se si cada vez más me convierto en una cínica sorda, en una glotona de sonidos, en una anorexica de sonrisas, en una bruja ingobernable, intolerante...me es inexplicable, la irritabilidad de mis entrañas, el escozor de despertarme contigo en las mañanas, de bañarme a solas pues quien tallará mi espalda, me molesta y gacho encontrarme masturbándome un rato....pues aún así me es irreconocible el tacto de mi mano en este mi cuerpo insano, el que reacciona sin que realmente saboree el maltrato.

Me es irreconocible reconocer ese sentir ingrato, esos efímeros ratos en donde jugamos a amarnos tan solo un rato, se me confunden las palabras, se me hincha el cerebro de pensarlo más que sentirlo y gozarlo, me anestesiaron la fe, me aniquilaron la razón, me ensordecieron las palabras, me callaron el corazón, me robaron el tacto, me embrutecieron mi sentir y me regalaron esto que se llama el anhelado, ingrato e insano .......desengaño.

Me es irreconocible reconocerme, mirarme al espejo y saber que esa imagen sigue siendo mi yo desdibujado, unos ojos tuertos, una boca seca, un cuerpo languido, un palpitar a destiempo, un caminar sin rumbo, un hablar sin tacto, un sentir sin sentido, un mirar al vacio, un querer sin dirección, un saber sin conocimiento, un desear sin anhelo, un estar sin sentido. 

Me es irreconocible las mañanas de mis días, el café de mis tazas vacías, las colillas de mis cigarros sin terminar, mis libros empolvados, de mi ausencia certeza, de mi dormir descontrolado, de mi desalineo inquebrantable.

Bitácora de una perdedora empedernida, aquella que no se engaña en su engaño, le es irreconocible reconocer que no se encuentra más que sin salida.


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